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segunda-feira, 4 de outubro de 2010
ECUADOR ¿QUE ONDA CON LOS PACOS?
Funeral de Froilan Jimenez, policía muerto en el rescate de Correa
Trato de entender la lógica de los acontecimientos recientes en Ecuador, no es fácil tener una idea cabal de todo lo sucedido, aún para los mismos ecuatorianos. La prensa y los analistas tienen la misma sensación. No hay certeza real de que fue lo sucedido. Un verdadero intento de acabar con el gobierno, o solo una demanda de tipo salarial mal encaminada.
Antecedentes.
El gobierno envío en forma urgente al legislativo, de mayoría oficialista. Un proyecto de ley denominado; Ley de Servidores Públicos el mismo que fue aprobado con demasiada premura y en el cual se incurrió en severas deformaciones y errores incluso de redacción, esto según los críticos de la ley en parte por el apuro que se le dio a la iniciativa. En lo medular esta ley aplica regulaciones presupuestarias que afectan directamente los sueldos, honorarios y beneficios adicionales, percibidos por el sector público en general. Pero esta ley también incluye como servidores públicos a los policías y militares; les recorta varios beneficios e impone nuevas disposiciones que les juegan en contra.
En términos generales esta ley dispone los siguientes cambios para todo el sector burocrático:
Restringe severamente la creación de más cargos o vacantes o en el sector público
Homologación de sueldos, es decir acaba con las desigualdades groseras que existían en la administración pública. Por ejemplo no era sano que una secretaria de Petroecuador ganara doce veces más que una secretaria del ministerio de salud, y etc. etc.
Pone tope de $ 30.000 Dollares a las indemnizaciones por años de servicios.
Limita los sueldos de los directores y gerentes, que en muchos casos ganaban más que el Presidente de la República.
Establece limitaciones y condiciones fuertes para los jubilados que reingresen a los mismos servicios públicos.
Trata de evitar el nepotismo, impidiendo que miembros de un grupo familiar trabajen en la misma empresa.
Estas, entre otras medidas contempla la Ley de Servidores Públicos. En lo concreto con los policías, las modificaciones son:
Elimina el sistema de bonificaciones y méritos
La nueva ley elimina los reconocimientos económicos que obtenían los policías y militares desde los 15 hasta los 38 años de servicio, y deroga la entrega de medallas, botones, anillos, canastas navideñas y otros beneficios materiales, y trae consigo modificaciones en la seguridad social de los militares y en el pago de jubilaciones, que en un porcentaje podrían saldarse con bonos del Estado y no en efectivo.
Además establece un aumento en el tiempo de servicio para cada grado. Antes un policía debía permanecer cinco años en un grado, para poder acceder al grado inmediato superior. Ahora ese tiempo se extiende a siete años. En Ecuador los clases y suboficiales tienen ocho grados jerárquicos. Con exactitud no se cuantos años ahora serán necesarios para que un policía raso, pueda jubilar con el grado de Sub – oficial Mayor, ya que no en todos los rangos el tiempo de permanencia es el mismo. Pero es claro que se aumentó pesadamente la cantidad de años en servicio para alcanzar el rango mas alto dentro de la sub – oficialidad. Todo esto causó mucho malestar y rabia en el personal policial.
A los policías se los incluyó dentro de esta ley, sin que en modo alguno se haya considerado sus necesidades y sobre todo el hecho innegable de que a pesar de ser funcionarios públicos, sus funciones son diferentes a las del resto de la burocracia. La carga horaria es muchísimo mas alta que en las demás reparticiones públicas y los factores de riesgo que envuelven su trabajo, son elevadísimos.
Ciertamente si el gobierno quería recortar presupuesto podría empezar, eliminando los privilegios que tiene la alta oficialidad, como por ejemplo los cuatro o cinco vehículos asignados a un solo general, cada uno con su respectivo chofer, reducirles a los oficiales la cantidad de secretarias o de personal de servicio, que simplemente no pueden justificar, las becas de los hijos de los altos oficiales, etc. En lugar de quitarles las medallas, los aguinaldos de fin de año, los bonos en dinero que percibían cada cinco años al ascender de grado, etc.
La crisis.
El jueves 30 de septiembre la Policía Nacional del Ecuador, entra en huelga. Los funcionarios se toman los cuarteles y unidades policiales y no salen a trabajar. Realizan también manifestaciones en los exteriores de sus cuarteles.
A este movimiento policial se suma el personal de la FAE. Fuerza Aérea Ecuatoriana, quienes se toman los aeropuertos de Quito y Guayaquil. Esta es la única rama de las Fuerzas Armadas que toma un partido decidido en el conflicto. Lo cual no es raro, pues la FAE, tiene un vergonzoso historial al respecto. Recuérdese el secuestro del Presidente León Febres Cordero y toda la payasada que se vivió en torno a la decadente figura del general Frank Vargas Pazos, ex comandante de la aviación.
Cerca del medio día, el Presidente de la Republica Rafael Correa, en una demostración de estupidez política sin precedente, ingresa a una de las dependencias policiales tomadas por los huelguistas. Las actitudes leoninas del mandatario, sumado a los ánimos caldeados de la tropa policial, hacen que las cosas terminen mal y el Presidente debe abandonar el lugar en medio de forcejeos y gases lacrimógenos.
Empiezan los misterios.
A causa de una operación reciente en una de sus rodillas, el Presidente Correa debe ser internado en un centro asistencial. Cosa rara, que justamente decida atenderse en el hospital de la Policía, como si Quito, no estuviera lleno de estupendas clínicas privadas, además de los hospitales militares que en estas circunstancias resultaban más seguros para el mandatario
Por un lado el Presidente y los órganos oficiales, denuncian que el mandatario está secuestrado al interior del hospital. Por otra parte los insurrectos niegan la acusación. El hospital es tomado por la Policía sublevaba y rodeado en el exterior por mas personal policial alzado.
Después de las 21:00 el ejército y personal del GOE (Grupo de Operaciones Especiales Policía) y del GIR (Grupo de Intervención y Rescate Policía) irrumpen en el hospital para rescatar al Presidente.
Seguimos con los misterios, si Correa estaba secuestrado ¿como es que no se producen muertes ni heridos en el interior de la habitación en donde estaba supuestamente recluido?, es decir ¿porqué no hay bajas entre los comandos que lo liberan y los policías insurrectos que lo mantienen cautivo?. ¿Como se da eso?, al menos debió presentarse alguna resistencia de parte de quienes supuestamente lo tenían prisionero. Pero eso no es así. Por lo que muestran las imágenes el enfrentamiento se da con efectivos que rodeaban el edificio, es cosa de ver los videos que están disponibles. El fuego se dirige al exterior del edificio y no hacia adentro.
Correa es liberado en medio de una nutrida balacera, en la cual fue posible incluso ver la muerte de un efectivo del GIR (Policía) Froilan Jiménez, esto transmitido en directo a todo el mundo. Impactante escena.
Froilan Jiménez
Mas misterios, desde un primer momento las autoridades responsabilizan a Lucio Gutiérrez, ex presidente que no pudo terminar su mandato y ex militar (Coronel de Ejercito) golpista, de tendencia izquierdista radical. De concertar y dirigir este golpe de estado. Como prueba de esto se denuncia que el abogado de Gutiérrez lideró un ataque a los estudios centrales de la televisión estatal. Sin embargo Gutiérrez no está en el país vive actualmente en Brasil, además una hija y un primo de él que actualmente son parte del ejército toman parte activa en la operación de rescate del Presidente. Todo esto solo aporta más dudas y confusión al respecto.
Minutos después Correa está en Carondelet, dirigiéndose a sus partidarios desde el balcón del palacio. Proclamando que ha logrado vencer un golpe de estado.
Consecuencias inmediatas de la sublevación.
En primer término tenemos una cantidad enorme de hechos delictivos, ocurridos principalmente en Guayaquil, la segunda ciudad en importancia y primer puerto del país. Los niveles delictivos en Guayaquil son críticos en circunstancias normales, no habiendo policía, se batió un record. Solo en la mañana cinco bancos fueron asaltados, gran cantidad de comercios grandes y pequeños fueron saqueados, se suspendieron los servicios de transporte público, los asaltos a mano armada en la vía pública ni siquiera han sido cuantificados, etc. Algo similar ocurrió en otras ciudades,
Por orden del gobierno, todos los canales de televisión y radio emisoras estuvieron obligadas a re-transmitir exclusivamente las noticias del canal Ecuador TV y la radioemisora oficial. Imponiendo una inaceptable censura y un totalitarismo sobre las informaciones, con el transcurso de las horas las distintas estaciones privadas de televisión y las radios empezaron a emitir sus propios noticieros, razón por la cual arriesgan fuertes sanciones.
Al momento y por tiempo indefinido se mantendrá el estado de excepción, lo que en si constituye la suspensión de las garantías constitucionales, es decir las libertades fundamentales pueden ser suspendidas, esto incluye censuras de todo tipo y la presencia de los militares en las calles.
La Policía Nacional, será reestructurada. Ya renunció el Comandante General Fredy Martínez, en su lugar asumió el General Fausto Franco, que no es de la misma antigüedad del general Martínez. Esto provocó la salida de la institución de todos los generales de la misma promoción de Martínez. El ministro de Gobierno (Interior) habla de “auto depuración” de la Policía. Ya que es posible que existan oficiales y tropa con intenciones golpistas.
A pesar de la reiterada negativa del Presidente Correa a cambiar el texto de la ley de Servidores Públicos, hoy la prensa ecuatoriana ha informado de algunas precisiones y modificaciones en lo referente a los militares y policías.
En conclusión
Difícilmente puedo entender el movimiento sangriento de la semana anterior, como un intento del golpe de estado; las razones son las siguientes:
No había ningún tipo de exigencia en ese sentido por parte de los insurrectos.
No se tenía ningún líder político, ni mucho menos al interior de las Fuerzas Armadas y Policía que se perfilara como alternativa al gobierno actual.
La mención de Lucio Gutiérrez por parte de algunos policías, obedeció más bien a una maniobra tardía y desesperada de encontrar algún sustento o apoyo político. Ya que como se sabe la verdadera oposición, la derecha ecuatoriana liderada por Jaime Nebot no participó en este evento y se limitó a una prudente declaración.
El Presidente Correa, demostró en forma descarnada su pésima capacidad para afrontar una crisis. Y lo que es peor, en su equipo se notó la absoluta ausencia de asesores capacitados o con la suficiente “autoridad” frente al mandatario para orientarlo en situaciones graves.
Si alguien sale ganando aquí, es únicamente el Presidente Correa, quien ha logrado un excelente elemento de distracción frente a los crecientes problemas económicos que su gobierno empieza a enfrentar. La bonanza petrolera, que le permitió solventar muchos de sus programas sociales y algunos de corte populista, ha terminado. Ahora debe enfrentar una realidad económica distinta.
La Policía Nacional, ha sufrido un enorme traspié como institución. Ahora deberá enfrentar una reestructuración completa, más que nunca vinculada a los vaivenes de la política. Este episodio deja al descubierto una falta de liderazgo y confianza al interior de la institución. El hecho de no tener un vocero para el conflicto, un oficial que fuera depositario de la confianza de sus subalternos, es clara muestra de esta realidad. Si hubiese habido una cúpula o una persona que gozara de la confianza de sus subalternos, se habría podido establecer un interlocutor válido y en alguna manera esto habría servido para evitar el derramamiento de sangre y el posterior proceso de “auto depuración” que el gobierno pretende ejercer en la institución.
La "auto depuración" mencionada por el gobierno, ¿que es lo que implicará para los policías y los militares que de una u otra forma estuvieron involucrados en el incidente? ¿No será en breve, este un nuevo foco de conflicto esta vez, con todas las Fuerzas Armadas?, debido no solo a los hechos constados, también a las suspicacias del gobierno.
Esta crisis pasajera, podría ser solo la semilla de nuevas crisis aún más severas. Consideremos que la enorme y articulada burocracia ecuatoriana, no ha hecho movimiento alguno. El Magisterio -incluso el universitario- entre otros importantes estamentos burocráticos, están en la mira de las reformas que se vienen con esta nueva ley. La nueva situación económica con un presupuesto restringido y la consecuente carencia para los proyectos y planes del gobierno, son un terreno propicio para el nacimiento y/o la continuación de conflictos sociales.